El poder nos quiere estúpidos. Y lo persigue por muchos medios. Por ejemplo, corrompiendo el lenguaje: es que la ortografía y, sobre todo, la gramática, constituyen una lógica, y la coordinación de las ideas solo puede alcanzarse por medio de una sintaxis gramatical rigurosa.
Las personas, estén o no integradas al sistema de educación formal, toman clases extracurriculares en la TV, la prensa y los afiches y carteles callejeros. Se trata de una educación ambiental, difusa, pero muchas veces no espontánea ni exenta de intencionalidad.
Para enfocar en un punto, el peatón que vaya atento a las leyendas en las marquesinas o las vidrieras de los negocios, se encontrará con una “Peluqueria”, luego una “Fabrica de plasticos”, y seguidamente negocios de “Panaderia y confiteria”, “Articulos electronicos”, etc. O carteles que anuncian con mucho desenfado “Enseñanza de ingles”.
Por eso muchos despistados sostienen que los acentos ortográficos (tildes) han sido eliminados del idioma, como me dijo —esto es un poco más grave— el secretario de redacción de una revista, muy convencido.
En castellano, cualquiera que conozca el sonido de las letras y de sus combinaciones, y las normas de acentuación, puede pronunciar correctamente una palabra si la ve escrita, cosa que no sucede, por ejemplo, en el inglés.
Por eso sería una grave pérdida, no solo para el castellano, sino principalmente para sus hablantes, que se destruyera la relación biunívoca entre el idioma escrito y su expresión oral.
Pero, a no asustarse: en este blog los temas teórico-técnicos se tocarán solo incidentalmente, y en mayor medida nos dedicaremos a mostrar ejemplos rampantes de la degradación de los mensajes con que se nos bombardea de continuo.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Comen galletas de tierra

 La masa y las galletas.


En Haití comen galletas de tierra para calmar el hambre:

http://www.youtube.com/watch?v=jbZubAUJmBI ( video, 57  segundos).

Por suerte están los soldados de USA. Los envió Obama a causa de la emergencia causada por el sismo, para poner orden y evitar los disturbios que podrían ocasionar alborotadores.
Eso es comprensión, es ayuda humanitaria, y solo un presidente negro puede tener tanta sensibilidad frente a los padecimientos de otros negros.
Pero también la tiene con nosotros. Aquí están en el Chaco, siempre en prevención de emergencias: qué dichosos. Obama no hace diferencias; aprendan los racistas.
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