El poder nos quiere estúpidos. Y lo persigue por muchos medios. Por ejemplo, corrompiendo el lenguaje: es que la ortografía y, sobre todo, la gramática, constituyen una lógica, y la coordinación de las ideas solo puede alcanzarse por medio de una sintaxis gramatical rigurosa.
Las personas, estén o no integradas al sistema de educación formal, toman clases extracurriculares en la TV, la prensa y los afiches y carteles callejeros. Se trata de una educación ambiental, difusa, pero muchas veces no espontánea ni exenta de intencionalidad.
Para enfocar en un punto, el peatón que vaya atento a las leyendas en las marquesinas o las vidrieras de los negocios, se encontrará con una “Peluqueria”, luego una “Fabrica de plasticos”, y seguidamente negocios de “Panaderia y confiteria”, “Articulos electronicos”, etc. O carteles que anuncian con mucho desenfado “Enseñanza de ingles”.
Por eso muchos despistados sostienen que los acentos ortográficos (tildes) han sido eliminados del idioma, como me dijo —esto es un poco más grave— el secretario de redacción de una revista, muy convencido.
En castellano, cualquiera que conozca el sonido de las letras y de sus combinaciones, y las normas de acentuación, puede pronunciar correctamente una palabra si la ve escrita, cosa que no sucede, por ejemplo, en el inglés.
Por eso sería una grave pérdida, no solo para el castellano, sino principalmente para sus hablantes, que se destruyera la relación biunívoca entre el idioma escrito y su expresión oral.
Pero, a no asustarse: en este blog los temas teórico-técnicos se tocarán solo incidentalmente, y en mayor medida nos dedicaremos a mostrar ejemplos rampantes de la degradación de los mensajes con que se nos bombardea de continuo.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Llamado a la solidaridad

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Sorprendida por un insolente fotógrafo, la joven se cubre con virginal recato. Hay otras fotos en la nota en las cuales se la ve aún más virgen.

Una interesante nota presenta hoy perfil.com, acompañada de copioso despliegue fotográfico. Se trata de la conmovedora historia de la veinteañera Noelia Ríos [foto], quien desde su Misiones natal se ha venido abundantemente virgen a abrirse camino en Buenos Aires. Su afligente situación obedece —explica— a que vivió hasta hace poco en la selva rodeada de sus hermanos “y no tenía vecinos”.

La primera te la regalan

La chica dice queal llegar a Buenos Aires me ofrecían plata en lugar de amor, pero a mí no me llama eso”. No obstante se apresura a aclarar que se refiere solo a su preciado tesoro: “Mi primera vez no puede ser por dinero”. (Ojo, que la segunda puede ser a los diez minutos.)

Chica sencilla y de su casa, deja expeditas todas las posibilidades, ya que asegura que no tiene preferencias excluyentes, pero tira un par de  nombres: “Me importa la per$onalidad. Por ahí viene Lio Messi (¡Messi, teléfono!), que es medio fiero, y me trata bien, y por eso me gusta”. También menciona a otro pobretón: “Marcelo Tinelli es lindo. Me asustaría un poco por la edad, pero si es buena persona, puede atraerme”.

¿Cómo se decía antes? Ah, ya me acordé: “Nerca en la ganchera”.

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